La huaca es una noción quechua que hace referencia a lo sagrado. Aunque puede aludir a ubicaciones, artefactos u objetos, comúnmente se asocia con la arquitectura del período precolombino.

En estado de ruina, la huaca es ocre o gris, como el adobe y la piedra, y se mimetiza con el paisaje, ignorando su magnificencia multicolor original. Su estructura erosionada y desnuda tiene forma de calavera, apenas capaz de hablar del rostro que alguna vez fue.

Es sólo la figura de una estructura elemental, pero con el poder de evocar misterio, filosofía y un pasado regresado. La geometría simple y clara, la inteligencia de todas las estructuras originales que permitieron la construcción de complejos colosales en la antigüedad peruana, es la principal inspiración de Yerko Zlatar.

Para esta exposición se seleccionaron obras que utilizan la huaca como referente directo, figurativo o abstracto; dibujado, pintado o tejido.